RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA EFECTIVIDAD EN LA CONDUCCIÓN DEL PROGRAMA
CUBANO DE GOBIERNO ELECTRÓNICO
RECOMMENDATIONS
TO IMPROVE THE EFFECTIVENESS IN THE CONDUCTION OF E-GOVERNMENT CUBAN PROGRAM
Arturo
Arias Orizondo *
https://orcid.org/0000-0002-6756-0518
Unión
de Informáticos de Cuba, La Habana, Cuba
*Autor para dirigir
correspondencia: acaorizondo@gmail.com
Clasificación JEL: O32, O33, O38
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5701462
Recibido: 19/07/2021
Aceptado: 12/11/2021
Resumen
El
programa de gobierno electrónico en Cuba tiene como propósito la generación de
servicios digitales de valor público. Este proceso es complejo, pues demanda el
desarrollo ordenado y coordinado de capacidades tecnológicas y
organizacionales, así como la gestión del cambio que ello implica para la
ciudadanía y la administración pública. La apropiada conducción de este proceso
es esencial para el éxito del programa. Lograrlo requiere implementar un
sistema efectivo de gobierno y gestión del programa de gobierno electrónico.
Para contribuir a ello se proponen un conjunto de recomendaciones basadas en la
experiencia nacional e internacional en materia de gobierno y gestión de las
TIC aplicadas al contexto del desarrollo de programas de gobierno electrónico.
Palabras clave: gobierno
electrónico, gobierno de Tecnología de
Información (TI), Tecnología de Información y las Comunicaciones (TIC)
Abstract
The purpose of the electronic government program in
Cuba is to generate digital services of public value. This process is complex,
since it demands the orderly and coordinated development of technological and
organizational capacities, as well as the consequent change management for
citizens and public administration. The proper conduct of this process is
essential for the success of the program. Achieving this requires implementing
an effective governance and management system for the e-government program. To
contribute to this, a set of recommendations based on national and
international experience in the governance and management of ICTs applied in
the context of the development of e-government programs are proposed.
Keywords: e-government, Information Technology (IT) governance, Information and
Communications Technology
Introducción
El gobierno electrónico, de forma resumida, se concibe
como la generación de valor público por medios digitales. Una definición más
formal para el contexto cubano la ofrece el Artículo 27 del Decreto-Ley No
370/2018. Este enuncia que es el uso de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones (TIC) en la gestión de la administración pública para
incrementar su eficacia y eficiencia, con la finalidad de mejorar la
información y los servicios ofrecidos a los ciudadanos, incrementar la
transparencia del sector público y la participación de la población.1
El desarrollo del gobierno electrónico en Cuba se ha
impulsado con más fuerza en los últimos años. Los principales resultados se
aprecian en las primeras etapas en las que se ha organizado el programa,
lográndose por los órganos de gobierno y organismos de la administración
pública, presencia en el ambiente digital con algún grado de interacción con
los ciudadanos. En cambio, la oferta de trámites y servicios en línea, que
aportarían mayor valor público, todavía es escasa. De acuerdo con el
Observatorio Cubano de Gobierno Electrónico, en julio de 2021 en Cuba existían
a nivel de Órganos, Ministerios e Institutos nacionales, 12 portales que
ofrecen trámites y servicios en línea y 6 a nivel de las provincias.2
Los servicios públicos digitales, expresión de la
consolidación del gobierno electrónico en Cuba, deben ser concebidos como una
mejora de los servicios que tradicionalmente se brindan y apreciarse como
oportunidades para generar nuevas ofertas de valor tanto para el gobierno como
para los ciudadanos.
Avanzar en este aspecto requiere el desarrollo de
capacidades tecnológicas y organizacionales más complejas, y supone lograr,
desde una visión integral, la colaboración y coordinación efectiva entre los
actores que intervienen en la concepción, diseño, desarrollo y prestación de
los servicios. Además, es necesario facilitar la interconexión entre los
sistemas informáticos que los respaldan, adoptar estándares para salvar problemas
de interoperabilidad, así como evitar duplicidad de esfuerzos y racionalizar
los recursos.
De lo antes expuesto se deduce que en la medida que
avanzan las etapas en las que se ha organizado el desarrollo del gobierno
electrónico, los beneficios percibidos son mayores, tanto para la ciudadanía
como para la administración pública, pero la complejidad de su proceso de
desarrollo también aumenta. Esta contradicción debe ser manejada apropiadamente
desde fundamentos científicos pues ello resulta determinante para conducir con
efectividad el programa cubano de gobierno electrónico y lograr la generación
ordenada y sostenible de resultados, sobre todo, en las etapas más complejas de
su desarrollo.
Abordar debidamente este reto requiere la
adopción/adaptación de prácticas de gobierno y gestión de las TIC aplicables a
iniciativas de este tipo. Además, deben ser consideradas experiencias en el
desarrollo de programas nacionales de gobierno electrónico en países que han
logrado avances importantes en este campo.
Por lo anterior, el objetivo de este artículo
consistió en proponer recomendaciones cuya implementación contribuya a mejorar
la efectividad en la conducción del programa cubano de gobierno electrónico,
basadas en la experiencia nacional e internacional en materia de gobierno y
gestión de las TIC aplicadas al contexto del desarrollo de programas de
gobierno electrónico.
Metodología
Las recomendaciones están enfocadas en aquellos
elementos que resultan fundamentales para lograr una conducción efectiva del programa
de gobierno electrónico. Por ello, la identificación de estos elementos, a
partir del análisis de experiencias internacionales, constituyó el primer paso.
Para el análisis
se emplearon fundamentalmente las fuentes que se resumen a continuación:
·
Marcos de
gobierno de las TIC: Los marcos
de gobierno de las TIC ofrecen prácticas de gobierno y gestión para crear un
programa de gobierno de las TIC adaptable a las necesidades de las
organizaciones. Dentro de estos destaca COBIT (siglas en inglés de Objetivos de
Control para la Información y las Tecnologías relacionadas), el cual, en sus
diferentes versiones, ha sido empleado en programas de gobierno electrónico.3,4,5,6
·
Documentos de
organismos internacionales sobre gobierno electrónico: Se emplearon documentos publicados por la CEPAL,7 la ONU8 y la Unión Europea.9
·
Programas
nacionales de gobierno electrónico: Se
utilizó el Índice de Desarrollo del Gobierno Electrónico,8 publicado en julio de 2020 por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), para identificar iniciativas
exitosas de gobierno electrónico a nivel internacional. Dicho reporte,
resultado de un sondeo en 193 países, muestra el desempeño de los Estados en la
provisión de servicios en línea, la calidad y cantidad de redes de telecomunicaciones
y el capital humano disponible para la digitalización gubernamental.
Resaltan a nivel internacional
las experiencias con sus respectivas instituciones encargadas de conducir los
programas nacionales de gobierno electrónico de los países siguientes:
·
Corea del
Sur, con su Agencia Nacional para la Sociedad de la Información (https://eng.nia.or.kr/site/nia_eng/main.do),
fundada por el gobierno coreano para promover la informatización y apoyar el
desarrollo de políticas relacionadas;
·
Reino Unido,
con la oficina de Servicios Digitales del Gobierno (https://gds.blog.gov.uk/),
adscrita al Gabinete de Gobierno, específicamente al despacho del Primer(a)
Ministro(a), dedicada a la transformación digital del gobierno;
·
Estonia, con
la Autoridad en Sistemas de Información (https://www.ria.ee/en.html),
que coordina el desarrollo y la administración de los sistemas de información
que garantizan la interoperabilidad del sistema de información del Estado, la
seguridad de la información y de las redes informáticas.
De América Latina, por su importancia, se analizaron las
experiencias de:
·
Uruguay, país con mayor desarrollo en gobierno electrónico en la
región según el índice empleado, con su Agencia de Gobierno Electrónico y
Sociedad de la Información y del Conocimiento (https://www.gub.uy/agencia-gobierno-electronico-sociedad-informacion-conocimiento), unidad ejecutora con autonomía técnica, creada en
2005, dependiente de la Presidencia de la República;
·
Colombia, con
su Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (https://www.mintic.gov.co/portal/inicio), encargado de diseñar planes y políticas para desarrollar el
gobierno digital;
·
Costa Rica,
con su Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (https://www.micit.go.cr/gobierno-digital), a cargo de definir la política digital del gobierno y supervisar la
gobernanza digital, el cual transferirá estas funciones a la Agencia Nacional
de Gobierno Digital (ANGD), como organismo ejecutor de servicios y proyectos
digitales en la administración pública.
Una vez identificados los elementos que resultan
fundamentales para lograr una conducción efectiva del programa de gobierno
electrónico, se profundizó en cada uno de ellos para luego emitir las
recomendaciones correspondientes. El aporte de estas consiste en contextualizar
para Cuba lo que sobre esta materia se plantea a nivel internacional.
Finalmente, las recomendaciones fueron evaluadas y enriquecidas por integrantes
del grupo de expertos que el Ministerio de Comunicaciones ha creado para el
desarrollo del gobierno electrónico en Cuba.
Resultados
y discusión
Para identificar los elementos que resultan
fundamentales en la conducción efectiva del programa de gobierno electrónico,
se requiere adoptar una definición sobre su proceso de desarrollo que los
incluya. De este modo, se asume que el gobierno electrónico se desarrolla como
un proceso mediante el cual, a partir de una estrategia formalmente definida,
en la que se identifican necesidades y metas, se crean de forma ordenada un
conjunto de capacidades tecnológicas y organizacionales a partir de una
arquitectura de referencia de gobierno electrónico, las que en su conjunto
generan valor público.
Dicho proceso de desarrollo está influenciado por
factores que pueden actuar como barreras o habilitadores de la transformación y
están relacionados con aspectos organizacionales, tecnológicos, legales y
relativos a las personas que intervienen como actores del proceso o usuarios de
sus resultados. Para manejar esta influencia y asegurar la sostenibilidad de
los resultados, el mismo debe ser adecuadamente gestionado por una estructura
especializada que adopte prácticas de gobierno de las TIC contextualizadas al
programa de gobierno electrónico.
Para facilitar la comprensión de las relaciones entre
los elementos anteriormente descritos, estos han sido representados gráficamente
mediante la Figura 1.
Figura 1. Elementos fundamentales para lograr una conducción
efectiva del programa de gobierno electrónico
Fuente: elaboración
propia
Esta descripción del gobierno electrónico ofrece una
visión integral de su proceso de desarrollo, el cual, con frecuencia, es
analizado por partes, resultando en análisis incompletos que subestiman la complejidad
e integralidad del proceso. La esencia está en destacar la importancia y la
atención que merecen todos los elementos que en su conjunto contribuyen al
éxito del programa.
De los elementos anteriormente identificados, el
proceso de desarrollo del gobierno electrónico, visto como la creación de
capacidades tecnológicas y organizacionales a partir de una arquitectura de
referencia, será objeto de análisis en otra investigación, porque, aunque
relacionado con la conducción del programa, implica abordar problemas de otra
naturaleza. En este, se abordarán aquellos elementos de gobierno y gestión que
influyen en dicho proceso y han sido identificados como relevantes para la
conducción efectiva del programa de gobierno electrónico, puesto que apuntan al
abordaje de las problemáticas siguientes:
·
Prácticas de gobierno de las TIC: Para alcanzar las metas propuestas, en los
tiempos y costos previstos, es necesario adoptar prácticas de gobierno y
gestión de las TIC.
·
Estructura de gobierno del programa: Para delimitar las
responsabilidades de gobierno y gestión del programa es necesario identificar
las estructuras que ejecutarán estas funciones.
·
Estrategia de gobierno electrónico: Para orientar la dirección en la
que se deben concentrar los esfuerzos del programa es necesario definir la
estrategia de gobierno electrónico.
·
Barreras o habilitadores del proceso de desarrollo: Para abordar la
influencia de factores sociales en el éxito del programa es necesario gestionar
el cambio cultural.
A continuación,
se profundizará en el análisis de los elementos anteriormente identificados.
I-
Prácticas de gobierno de las TIC
El desarrollo del gobierno electrónico debe concebirse
como un programa. Esta conceptualización más amplia prevé la ejecución de un
conjunto de proyectos que tributan al logro de los objetivos propuestos. Pero
ello requiere un ordenamiento que garantice la sostenibilidad del proceso. Este
es uno de los retos que deben ser abordados: la gobernabilidad del programa.
Un factor clave para el éxito de un programa de
gobierno electrónico consiste en mantener su proceso de desarrollo gobernado y
gestionado. Ello requiere de estructuras y procesos que aseguren: la alineación
entre las estrategias del Gobierno (se refiere a las instancias ejecutivas de
dirección del país) y las TIC; una apropiada administración de riesgos,
recursos y oportunidades; la entrega de valor público proveniente de la
transformación digital y un adecuado sistema de toma de decisiones (qué
decisiones tomar, quién las toma, cómo se ejecutan y cómo se monitorean los
resultados).
La gobernabilidad del programa puede beneficiarse de
la aplicación de prácticas de gobierno empleadas en el campo de las TIC. Una
referencia importante para ello constituye COBIT 2019,10 que a la fecha es
la última versión de dicho marco de gobernabilidad. De acuerdo con este, el
sistema de gobierno de la información y las tecnologías relacionadas se coloca
al más alto nivel de la organización, debe cubrirla en su totalidad,
centrándose no solo en la función de Tecnología de Información (TI), sino en
toda la tecnología y el procesamiento de información que se utiliza para lograr
los objetivos organizacionales.
En COBIT 2019 se definen por separado los términos
gobierno y gestión (administración) de la información y las tecnologías
relacionadas para distinguir sus funciones. El gobierno asegura que se evalúan
las necesidades, condiciones y opciones de las partes interesadas para determinar metas organizacionales equilibradas
y acordadas; estableciendo la dirección a través de la priorización y la toma
de decisiones y midiendo el rendimiento y el cumplimiento respecto a la
dirección y metas acordadas. La gestión, por su parte, planifica, construye,
ejecuta y controla actividades
alineadas con la dirección establecida por el cuerpo de gobierno para
alcanzar las metas organizacionales.
Esta distinción es fundamental para organizar la
conducción del programa cubano de gobierno electrónico, pues reafirma la
necesidad de diseñar procesos y estructuras que, por un lado, atiendan los
aspectos estratégicos, y por otro, los asuntos ejecutivos. Extrapolando estas
definiciones al contexto del gobierno electrónico, el gobierno del programa
debe estar al máximo nivel de dirección del país para concentrar las funciones
estratégicas. En cambio, una estructura ejecutiva debería armonizar la gestión
del proceso de desarrollo del gobierno electrónico.
II- Estructura de
gobierno del programa
Los procesos de gobierno y gestión del programa deben
ser diseñados, ejecutados y evaluados por estructuras específicas, a modo de
establecer responsabilidades claras y definir niveles de autoridad para tomar
decisiones. Este es otro reto que debe ser abordado: la estructura de gobierno
del programa.
El sistema de gobierno del programa puede funcionar de
manera centralizada o descentralizada. En etapas iniciales del desarrollo de un
programa de gobierno electrónico, debe existir una entidad con un control
central firme y monolítico sobre las decisiones estratégicas, tácticas y
operacionales (funciones de decisión, coordinación y ejecución), velando por el
apego estricto a los principios y políticas definidas en la estrategia. El
control debe estar cerca de la autoridad máxima del país y con acceso a
recursos.7
De acuerdo con la misma fuente, en etapas avanzadas,
el control puede ser más descentralizado, dando mayor participación a actores
relevantes. Las decisiones se distribuyen entre agencias que colaboran, los
gobiernos locales y servidores públicos. Un gobierno descentralizado se dedica
a establecer metas y remover obstáculos. Ordena aspectos legales y ofrece
soporte al programa mediante guías y estándares (por ejemplo: marcos de trabajo
de arquitectura empresarial y de interoperabilidad), lo que resulta esencial
para evitar duplicidad de esfuerzos, racionalizar recursos y reutilizar. El
gobierno descentralizado debe también asegurar la existencia de una infraestructura
común. Por otro lado, las agencias autónomas implementan políticas
gubernamentales, tienen libertad para usar los recursos en la entrega de
servicios, pero son supervisadas por el gobierno del programa.
Internacionalmente se adoptan diversas formas para
conducir los programas nacionales de gobierno electrónico. Generalmente se
asignan funciones a ministerios o se crean agencias subordinadas al más alto
nivel de dirección del país para la conducción de los programas nacionales de
gobierno electrónico.
Del análisis de los programas nacionales de gobierno
electrónico estudiados y considerando otras investigaciones consultadas,11 se puede resumir
los aspectos necesarios para lograr la institucionalidad de una estructura,
cuya función sea la conducción del programa de gobierno electrónico, siguientes:
·
Modelo de gobernanza digital basado en la centralización que integra la planificación nacional y
formulación de políticas en materia TIC.
·
Adscripción de la rectoría del
gobierno electrónico en el nivel presidencial o del gobierno de los países.
Ello se debe al respaldo político-administrativo que supone tal designación y a
la legitimidad, valor simbólico y efectivo que facilita la articulación
integral de todos los sectores implicados.
·
Recursos y poder real para
implementar las tareas normativas, ya que si solo cuenta con respaldo jurídico
válido, su eficacia es nula, y redunda en el vacío administrativo.
·
Estabilidad institucional se refiere a la estructura que debe tener independencia administrativa, estabilidad en
el tiempo y un nivel de subordinación claro, así como sus misiones y
atribuciones bien definidas.
·
Madurez previa en la
actividad TIC, que solamente necesita la confirmación jurídica para seguir en
su labor.
Dentro de las funciones que debe asumir dicha
estructura se destacan las siguientes:
·
Diseñar e
implementar el plan nacional de
gobierno electrónico y las políticas públicas respectivas.
·
Regular la implementación de tecnologías digitales
en el sector público.
·
Promover la transparencia, rendición de cuentas y participación
ciudadana.
·
Gestionar la interoperabilidad de sistemas y
formatos entre las instituciones públicas, e integrar procesos transversales.
·
Implementar
un modelo de gestión TIC que permita desarrollar un modelo integral de gestión
tecnológica en el sector público.
·
Procurar financiamiento de diversas fuentes y
asignar presupuestos.
En resumen, contar con una estructura especializada
dedicada a la conducción de los esfuerzos del desarrollo del gobierno
electrónico en Cuba es determinante.
III-
La estrategia de gobierno electrónico
Definidos los procesos y las estructuras
responsabilizadas con el gobierno y la gestión del desarrollo del programa, es
necesario establecer las metas que se pretenden alcanzar. Por esta razón es
determinante definir la estrategia de gobierno electrónico. La estrategia
implica definir la visión, misión, los objetivos y metas que se pretenden
alcanzar como resultado del desarrollo del programa. Para llegar a estas
definiciones se requiere lograr determinados consensos entre los actores
involucrados. Para desarrollar este punto se ha tomado como referencia
fundamental al Plan de Acción de Gobierno Electrónico de la Unión Europea para
el período 2016-2020.9 El mismo propone
tres acciones fundamentales para el diseño de la estrategia de gobierno
electrónico que son expuestas a continuación:
1. Adoptar una definición común sobre el programa de gobierno electrónico
para:
a) ofrecer mayor consistencia
en la interpretación e implementación de iniciativas de gobierno electrónico.
b) lograr una visión común entre
las varias instancias de gobierno/empresas que estarán involucradas en
diferentes tareas de una misma iniciativa.
c) definir principios que
guiarán la implementación del programa.
Los principios tienen implicaciones directas en el
diseño de las soluciones, de allí la importancia de su definición en etapas
tempranas del desarrollo del programa. A modo de ejemplo, se resumen en la Tabla 1, un conjunto de
principios propios de iniciativas de gobierno electrónico.
Tabla 1.
Principios de gobierno electrónico
Principios que guían el desarrollo del programa de
gobierno electrónico |
|
•
Accesibilidad •
Apertura •
Digital por defecto •
Fiabilidad y seguridad •
Gobierno abierto •
Gobierno de ventanilla única •
Identidad digital •
Inclusión •
Información en línea •
Información georreferenciada •
Inmediatez de la publicidad del Estado |
•
Interacción digital como •
Interoperabilidad por defecto •
Servicios centrados en el •
Simplificación administrativa •
Oficina virtual •
Pagos en línea •
Principio de una sola vez •
Trámites en línea •
Transparencia |
Fuente: elaboración propia
2. Adoptar una definición común sobre los resultados esperados para:
a) definir los requisitos de éxito de la iniciativa de gobierno electrónico.
b) manejar las expectativas para demostrar los impactos del programa.
c) evitar la solicitud de resultados o transformaciones que están fuera del
alcance del programa.
El diseño de la estrategia también implica precisar
los resultados que se esperan alcanzar y el conjunto de indicadores que
facilitarán su evaluación. Ello es necesario para mantener control sobre la
ejecución del programa.
Los resultados del programa, en general, están
orientados a revolucionar dos aspectos fundamentales en la administración
pública: su funcionamiento interno (la administración electrónica) y los
servicios que esta presta (los servicios públicos digitales). En la Figura 2, se ejemplifican
resultados típicos esperados en ambos aspectos del gobierno electrónico.
Figura 2. Beneficios esperados del gobierno electrónico
Fuente: elaboración propia
3.
Definir
políticas y el plan de acción global
Finalmente, es necesario establecer como parte de la
estrategia, las políticas que guiarán la implementación del programa y un plan
de acción que incluya actividades concretas para alcanzar los resultados
esperados, desarrollar habilitadores tecnológicos y eliminar barreras, para
lograr así, desde una visión conjunta a largo plazo, coherencia entre las
estrategias de gobierno electrónico de los organismos e instituciones públicas
que tributan al programa nacional.
Para facilitar la comprensión de este aspecto, se
ejemplifican políticas orientadas a guiar la implementación del gobierno
electrónico en la Unión Europea, las que incorporan habilitadores tecnológicos
de la transformación.9 Las mismas son
relevantes por los conceptos que manejan, los que a su vez pueden ser
contextualizados y adaptados a las condiciones nacionales. Estas son:
·
Los servicios
públicos digitales deben aprovechar soluciones y servicios abiertos,
compartidos y reutilizables, basados en especificaciones técnicas y normas
acordadas, con el fin de reducir sus costos de desarrollo y su tiempo de
implementación y de aumentar la interoperabilidad.
·
Uso de la ficha única
del ciudadano, firmas electrónicas interoperables, identificación electrónica
(eID) y servicios de confianza para transacciones electrónicas.
·
Diseño y adopción de
un marco de interoperabilidad.
·
Adopción de
especificaciones técnicas y normas existentes, así como de las nuevas que
puedan elaborarse para el ámbito de las TIC.
·
Emplear las normas en
la contratación pública, para facilitar la interoperabilidad en la adquisición
de soluciones digitales.
·
Eliminar procesos
innecesariamente complejos, tramitados en papel o que impliquen duplicar
esfuerzos.
·
Publicación de los
datos abiertos para su posterior consumo.
·
La introducción
gradual de los principios definidos como parte de la estrategia. Ejemplo:
o “versión digital por defecto” en la interacción en línea.
o “una sola vez” en las interacciones.
·
Reducir la carga
administrativa y mejorar la eficacia y la eficiencia de las administraciones
públicas, lográndose que los servicios públicos digitales estén basados en
necesidades, sean fáciles de utilizar, y se reutilicen datos y servicios entre
administraciones públicas.
·
Desarrollar
componentes comunes, facilitando su utilización y fomentando el uso de
infraestructuras compartidas de computación y de datos.
·
Infraestructura de
nube compartida para alojar servicios de administración electrónica y
racionalizar recursos, aprovechar las economías de escala y favorecer la
apertura de los datos y servicios de la administración pública.
·
Implementación del
“portal digital único”, basado en puntos de contacto, redes y portales
existentes, para expandir, mejorar y racionalizar los servicios de información,
asistencia y resolución de problemas, operar de forma eficiente y permitir a
los usuarios completar íntegramente en línea los procedimientos nacionales
utilizados con mayor frecuencia.
·
Interconexión entre
registros públicos (civiles, mercantiles, propiedad) para mejorar la
transparencia y la seguridad jurídica.
·
Facilitar el uso de
soluciones digitales a lo largo de todo el ciclo de vida de una empresa, en
particular, en relación con los procedimientos de registro en línea y con la
presentación electrónica de documentos e información.
·
Facilitar el
intercambio electrónico de información sobre seguridad social.
·
Facilitar la movilidad
profesional mediante un portal para ofrecer servicios a los solicitantes de
empleo y empleadores.
·
Ofrecer servicios de
sanidad electrónica tales como soluciones de telemedicina e historia clínica
electrónica.
·
Crear la base de la
“administración pública como servicio” mediante una plataforma para que los
entes públicos abran sus datos y servicios.
·
Promover el uso de
datos espaciales para fines urbanos, de aprovechamiento del suelo, de
planificación del tráfico y otros fines.
·
La recopilación de
datos y la reutilización de servicios y datos del sector público para la
creación de servicios nuevos e innovadores.
En resumen, con el diseño de la estrategia se definen
las metas, políticas y acciones orientadas a la modernización de la
administración pública y se pautan los lineamientos para que el proceso
favorezca la participación de los ciudadanos, las empresas y la sociedad civil
en el diseño, producción y prestación colaborativas de los servicios públicos,
así como a facilitar la interacción entre administraciones públicas, empresas y
ciudadanos.
IV- Barreras
o habilitadores del proceso de desarrollo
El proceso de
desarrollo del gobierno electrónico está condicionado por un conjunto de
factores que pueden actuar como barreras o habilitadores de la transformación.
Estos determinantes pueden clasificarse de acuerdo a su naturaleza en
tecnológicos, organizacionales, legales y los relativos a las personas. De
ellos, los más influyentes son aquellos que involucran al factor humano.12 Estos, por su importancia, serán abordados
brevemente a continuación.
Es necesario
gestionar el tránsito hacia nuevos modelos de funcionamiento de las instituciones
públicas, pues las condiciones organizacionales se revelan como barreras en el
desarrollo del gobierno electrónico. Por ello, se demanda una visión compartida
sobre el programa por parte de las organizaciones que participan en este para
lograr su compromiso y apoyo. Además, es necesario un fuerte liderazgo
institucional que facilite el trabajo multisectorial basado en la colaboración,
coordinación, y comunicación, y que promueva la voluntad para interactuar y
compartir datos, delimitando las responsabilidades de las organizaciones
participantes.
También la
ciudadanía, como beneficiaria del proceso, debe ser acompañada para que pueda
apropiarse de las nuevas posibilidades que las instituciones públicas ponen a
su disposición por medios digitales. En este proceso la participación ciudadana
es fundamental para determinar las necesidades que deben cubrir el programa y
las expectativas de los potenciales usuarios de los nuevos servicios digitales.
La
participación, además, debe ser una vía para capitalizar ideas novedosas que
puedan ser incorporadas al programa. Por su parte, para que los servicios
públicos digitales sean debidamente aceptados y explotados, estos deben contar
con la confianza de los usuarios, la que se logra alcanzando niveles de calidad
demostrados en los nuevos servicios, impulsando el desarrollo de habilidades
digitales en los usuarios y ofreciendo programas de atención que los acompañen
en la apropiación de las nuevas tecnologías.
El desarrollo
del programa en sí mismo demanda nuevas capacidades de formación de los
especialistas dedicados a la tarea. Es importante que estos dominen nuevas
tecnologías, pero también que asimilen buenas prácticas internacionales en la
materia y adopten métodos de trabajo ágiles sin perder la visión de conjunto
que se debe tener cuando se desarrollan soluciones que tributan a un programa
nacional único. Por ello, el desarrollo del talento humano es determinante para
el éxito del programa y los diferentes niveles de enseñanza en el país deben
identificar cómo sus planes de estudio aportan, tanto a la alfabetización
digital de la población en general, como a la formación de profesionales
especializados en soluciones de gobierno electrónico.
Finalmente, los
aspectos legales son determinantes esenciales del programa, pues establecen las
reglas
formales para ordenar las relaciones entre los participantes del gobierno
electrónico. El reto consiste en adaptar
la legislación ordinaria a los procedimientos administrativos digitales y
el establecimiento de controles
fiscales digitales.
El ordenamiento legal ha de
contemplar un sistema de normas orientadas a generar confianza en los usuarios
de los sistemas y plataformas; garantizar seguridad jurídica para quienes los
operan, y habilitar nuevos modelos operacionales digitales que involucran
transacciones electrónicas, firmas electrónicas, facturación electrónica,
protección de datos personales, documentos digitales válidos, manejo de datos
abiertos, interoperabilidad entre sistemas de información, entre otras.
En particular, el programa cubano requiere mejorar la
articulación entre el ordenamiento legal y la conducción del programa de
gobierno electrónico. A modo de ejemplo de lo anterior, en la Figura 3 se ilustra cómo
en una de las principales normas jurídicas1 que hasta el
momento ordena aspectos de gobierno electrónico en Cuba, se evidencia una
diversidad de actores que intervienen en su proceso de desarrollo, sin
considerar un ente coordinador que garantice la coherencia de su intervenciones
en la ejecución del programa de gobierno electrónico, en detrimento de la
gobernabilidad del mismo.
Figura 3. Actores que intervienen en el proceso de desarrollo
de gobierno electrónico según el Decreto-Ley No. 370 “Sobre la informatización
de la sociedad en Cuba”
Fuente: elaboración propia
En síntesis, en la transformación digital de la
administración pública ocurren interacciones complejas entre el ordenamiento
legal imperante, el modo en que operan las organizaciones y el desempeño de las
personas involucradas en el proceso. Para manejar estas interacciones, que son
expresión del componente social del gobierno electrónico, se requiere gestionar
el cambio cultural desde una perspectiva holística y multidisciplinar, para
contribuir a minimizar las barreras y explotar al máximo los habilitadores de
la transformación.
V-
Recomendaciones sobre gobierno y gestión
sugeridas para aplicar en el programa cubano de gobierno electrónico.
A partir del análisis realizado, se proponen un
conjunto de recomendaciones, que, si bien no son exhaustivas, resultan de
importancia para contribuir a mejorar la efectividad en la conducción del
programa cubano de gobierno electrónico. Como se aprecia en la Tabla 2, estas se han
organizado atendiendo a los elementos de gobierno y gestión previamente
identificados como relevantes para la conducción del programa.
Tabla 2. Recomendaciones para mejorar la conducción del
programa cubano de gobierno electrónico
Prácticas de gobierno de las TIC |
|
Estructura de gobierno del programa |
a)
Asociar a una
estructura subordinada al máximo nivel de dirección del país las funciones de
gobierno del programa. b)
Definir una
estructura central que, bajo las indicaciones del gobierno del programa, asuma las funciones de su gestión,
en estrecha coordinación con entidades ejecutoras del nivel nacional y local.
|
Estrategia de gobierno electrónico |
|
Barreras o habilitadores del proceso de desarrollo |
|
Fuente:
elaboración propia
Conclusiones
La no implementación de un sistema de gobierno y
gestión efectivo en el programa de gobierno electrónico crea condiciones para
que surjan problemas de comunicación entre los involucrados, no exista una
visión compartida sobre las estrategias y proliferen soluciones ad-hoc,
prevalezca la anarquía, se dupliquen esfuerzos, no se racionalice la
infraestructura creada (hardware, servicios y datos) y, por tanto, se ejecuten
proyectos costosos y riesgosos.
Las recomendaciones sobre gobierno y gestión, que se
propone sean implementadas por el programa cubano de gobierno electrónico,
resultan de importancia para contribuir a mejorar la efectividad de su
conducción.
El sistema de gobierno y gestión debe estar acompañado
por una arquitectura de gobierno electrónico que sirva de referencia para el
proceso de desarrollo del programa y propicie la creación ordenada de
capacidades tecnológicas y organizacionales que generen valor y respalden los
resultados proyectados en la estrategia. Se requiere profundizar sobre este
aspecto en trabajos futuros.
Referencias
bibliográficas
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Conflicto de intereses
El
autor declara no presentar conflictos de intereses