GESTIÓN
PÚBLICA DE LA SALUD COLABORATIVA BASADA EN LA BIOTECNOLOGÍA. EL CASO CUBA
COLLABORATIVE
PUBLIC HEALTH MANAGEMENT BASED ON BIOTECHNOLOGY. THE CUBAN CASE
Leodanis Torres Barrero https://orcid.org/0000-0002-8544-334X
Yoiner Díaz Rodríguez * https://orcid.org/0000-0003-1739-8070
Maricarmen
Tornés Bernal https://orcid.org/0000-0001-5212-4038
Maylien
Salas González https://orcid.org/0000-0002-4163-2763
Universidad de Holguín, Holguín,
Cuba
*Autor para
dirigir correspondencia: yoiner@uho.edu.cu
Clasificación JEL:
A13, I15, I18, L38
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.6670372
Recibido: 11/05/2022
Aceptado: 17/06/2022
Resumen
El artículo tiene como objetivo construir una
síntesis dialéctica del modelo estratégico actual de interrelación
Gobierno-científicos de BioCubaFarma, por medio de un
conjunto de pasos metódicos que integra la comparación y la crítica de fuentes
a otros métodos del pensamiento lógico, como la interpretación y el análisis
donde se revela la diferenciación y unidad de lo cualitativo y lo cuantitativo.
El principal resultado de su aplicación es la presentación de la cualidad
superior de la gestión pública de la salud colaborativa, cuya novedad con
respecto a criterios foráneos está definida en función de la forma de propiedad
estatal que organiza la apropiación social del conocimiento biotecnológico,
para procurar los mejores, rápidos e inteligentes instrumentos colaborativos de
control de las enfermedades.
Palabras clave: gestión pública, salud colaborativa, biotecnología,
innovación, gobierno
Abstract
The article aims to build a
dialectical synthesis of the current strategic model of government-scientist interrelation
of BioCubaFarma, through a set of methodical steps
that integrates the comparison and criticism of sources with other methods of
logical thinking, such as interpretation and analysis. Analysis where the
differentiation and unity of the qualitative and the quantitative is revealed.
The main result of its application is the presentation of the superior quality
of collaborative public health management, whose novelty with respect to
foreign criteria is defined based on the form of state property that organizes
the social appropriation of biotechnological knowledge, to seek the best,
fastest and smartest collaborative disease control tools.
Keywords: public management, collaborative health, biotechnology, innovation, government
Introducción
El exuberante resultado de la industria
biotecnológica y farmacéutica cubana proporciona datos empíricos o información
confiable y creíble, para extraer conclusiones sobre la gestión pública de los
servicios de salud, más allá de una mera percepción económica. En este sentido,
el tratamiento teórico de esta novedosa gestión basada en el conocimiento
biotecnológico ha tenido desarrollo, básicamente, en el ámbito de sus propios
actores: Gobierno y grupo empresarial de la industria biotecnológica y
farmacéutica, asunto tratado más adelante. No así dentro del resto de la
comunidad científica, al menos es poco prolífero, aun siendo de común
aceptación la idea de un país que requiere cada vez más de alta tecnología.
En el ámbito foráneo, Goldstein (1982)1
adelantaba que la biología molecular es la base de la biotecnología, además de
ser responsable de los instrumentos para su propio desarrollo. El Convenio
sobre la Diversidad Biológica (1992)2 declara al respecto en el
artículo 2 que la biotecnología es toda aplicación tecnológica que utilice
sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o
modificación de productos o procesos para usos específicos.
En cuanto a la concepción de la colaboración, Grediaga y Maldonado (2014)3 estudian el
intercambio internacional de resultados y perspectivas de la biotecnología. Por
su parte, Rodríguez et al., (2020)4 presentan los resultados de tres
estudios sobre bioeconomía realizados en Colombia, Costa Rica y Uruguay para
identificar lecciones relativas a la colaboración entre los sectores público,
privado y científico tecnológico, así como barreras que obstaculizan la
biotecnología médica y la biomedicina.
Con estos ejemplos, queda en pie el hecho
incontrastable de la atención que la literatura científica ha prestado a la
biotecnología en los dos aspectos aquí tratados: el concepto y la colaboración.
Son de obligada recurrencia junto a otros señalados más adelante para ofrecer
la actualidad del tema y la función del nuevo concepto de biotecnología
sostenido por el Gobierno y BioCubaFarma.
Por esta razón, es necesario diferenciar ambas
posiciones que llevan a la comprensión de los aportes del modelo cubano de
gestión pública de la salud. Así, se señala la forma de interactuar o
condicionarse entre sí la propiedad estatal y la apropiación social del
conocimiento biotecnológico. Esto plantea nuevas exigencias, en términos del
marco teórico adoptado para analizar la información y organizar los contenidos
a lo largo de la ruta metódica propuesta, cuyos pasos posibilitan alcanzar una
síntesis de dicha gestión.
El objetivo de este artículo consiste,
precisamente, en construir una síntesis dialéctica del modelo estratégico actual
de interrelación Gobierno-científicos de BioCubaFarma,
punto de partida que permitió el principal hallazgo o resultado: la gestión
pública de la salud colaborativa.
Materiales y Métodos
El método consiste en una síntesis dialéctica
entre conocimiento teórico y datos empíricos, cuyo efecto central sobre las
determinaciones en torno a la gestión biotecnológica es la construcción del
siguiente concepto: gestión pública de la salud colaborativa. Se definen cuatro
pasos básicos para la realización de la investigación:
Paso
1. Realizar una exploración de los hechos al unísono con el análisis de los
conceptos.
Conforme al caso cubano, se observa una gestión
biotecnológica de orientación social que, unida, de acuerdo a lo anterior, a
una secuencia de aprendizaje con enfoque empresarial, implica resultados
distintos al mero punto de vista de crecimiento económico y competitividad. Por
ello, Martínez Díaz et al., (2020)5 reconocen que, la investigación
científica y el desarrollo de productos biotecnológicos y farmacéuticos ha sido
posible por la forma de propiedad estatal de este tipo de industria y las redes
de colaboración multisectorial en torno al liderazgo del grupo empresarial.
Esto significa reconocer la necesidad de mantener un vínculo entre los recursos
propios y los medios colaborativos para orientar el proceso productivo.
Este modo de actuación de BioCubaFarma
apunta a una lógica de orientación social, asunto confirmado cuando Martínez et
al., (2020)5 señalan el impacto de aquella colaboración en la
demanda de la salud pública ente la Covid-19. Aquí, parece cumplirse lo
señalado por Sáinz Moreno (1976)6 cuando enfatiza acerca de la
relación entre intereses públicos impersonales e intereses de los ciudadanos.
En este sentido, para los procesos de gestión gubernamental dichas redes de
colaboración son clave, porque permite acceder tanto a los resultados
biotecnológicos de BioCubaFarma, como al conocimiento
global, cuestión que ha exigido modernizar las actividades organizativas
asociadas a los propios servicios públicos de salud.
Las actividades de experimentación científica y
práctica tecnológica de BioCubaFarma estimulan, en el
ámbito de los servicios de salud, el fortalecimiento de los procesos de gestión
pública para asignar los productos biotecnológicos7. Esta producción
biotecnológica demanda siempre respuestas más inteligentes en torno a la
definición de modalidades de negocios ante cualquier esquema que frene la
innovación. En efecto, prevalecen políticas sobre contratos de producción,
creación de empresas mixtas y acuerdos de transferencia de tecnología entre BioCubaFarma y entidades extranjeras.7
La gestión pública actual consiste en que el
enfoque reglamentario tradicional comienza a transitar hacia un enfoque
orientado al aprendizaje. Por ello, puede hablarse de actores activos de
gobierno y administración pública que se encargan de conducir los servicios de
salud, a partir de las mencionadas redes estratégicas. Esta actividad recibe
aquí el nombre de aprendizaje-servicios, su principal logro es la capacidad de
la gestión pública de encontrar soluciones inteligentes como un justo
equilibrio del interés público dentro del proceso rector constituido por la
apropiación social de los resultados del conocimiento biotecnológico y, el locus de tal proceso, son aquellas redes
estratégicas.
Díaz-Canel y Núñez Jover (2020)8
afirman que los aprendizajes, en ocasión de la colaboración entre los
científicos y el Gobierno frente a la COVID 19, proyectan experiencias futuras.
Este asunto, por ende, ayuda a comprender la tesis o el hallazgo sostenido
hasta el momento: el enfoque de gobierno y administración pública orientado al
aprendizaje-servicios. Constituye un modelo postburocrático,
que enfatiza en el interés público de compartir los beneficios derivados del
conocimiento biotecnológico. La potestad reglamentaria no es desplazada, pero
el cambio de la organización pública implica más bien la gestión de incentivos
al talento humano y ejecución de los estándares por resultados.
La gestión por resultados es un marco de referencia cuya función es la de facilitar a las organizaciones públicas la dirección efectiva e integrada de su proceso de creación de valor público a fin de optimizarlo.9 Este punto, entonces, visualiza al conocimiento como una ventaja estratégica del sistema de gestión pública, que va a dar una plataforma a las tomas de decisiones. Por ello, la incorporación del enfoque aprendizaje-servicios coincide con ese concepto, también es de índole empresarial, aspecto clave de modernización del Gobierno y la administración pública. Su fin es aprovechar la práctica tecnológica de ciclo cerrado de BioCubaFarma, por ser una organización productora de medicamentos, equipos y servicios de alta tecnología destinados principalmente a la salud humana, para también proyectar la comercialización,10,11 como se muestra en la Figura 1.
Figura 1. Concepción
del ciclo cerrado de BioCubaFarma
Fuente: https://www.biocubafarma.cu/
En el caso que viene siguiéndose, el término
valor público sirve para constatar la capacidad de los actores del Gobierno y
la administración pública de favorecer la aplicación de esos proyectos, o
contratos, de impacto en las cadenas productivas.
La problemática subyacente es la producción de
bienes biotecnológicos heterogéneos de dominio público y la eficiencia de su
proceso de servicios-distribución, bajo parámetros de seguridad colectiva
propios de la técnica del interés público.
No es solo un gasto de recursos públicos para obtener mejores
resultados. La idea conlleva a un modelo de Gobierno y administración pública
que ha sido capaz de reconocer el equilibrio entre el potencial de la oferta
exterior de BioCubaFarma, la eficiencia de los
servicios públicos de salud y la demanda de la población.7,10,11
Esto es un factor primario en el proceso de servicios-distribución, como
requisito del interés público.
Martínez et al., (2020)5 subrayan
también la comunicación social y la participación del pueblo como pilares junto
a la estrecha conexión entre los científicos y el Gobierno en el control de la
pandemia. De este modo, aparecen los conceptos básicos que evidencian el
desarrollo de un sistema de gestión pública de salud colaborativa, cuyos
actores son capaces de conducir íntegramente el proceso decisorio desde la
disponibilidad de conocimiento biotecnológico.
La conexión científicos-Gobierno externaliza la
dimensión tácita de la biotecnología, como una parte de las redes de
conocimiento personal y organizacional que fortalece la capacidad de la gestión
pública para articular formas de equilibrio entre la participación ciudadana y
el control de las enfermedades.
La misma existencia de la relación del Gobierno
y la administración pública con la industria biotecnológica y farmacéutica
constituye la concreción de la eliminación del modelo burocrático y el
nacimiento de una gestión por resultados. No es casual el paso de la
centralización de las instituciones que antes formaban el llamado polo
científico, cuyos aportes fueron innegables, a la descentralización de las hoy
conocidas como organizaciones de I+D+i agrupadas en BioCubaFarma.
Paso
2. Sintetizar la información
En este paso se sintetiza la información sobre
la forma específica que toma la exposición del uso estratégico del conocimiento
por parte del Gobierno.
Solo en tal carácter pueden exponerse los
niveles del proceso de implementación del conocimiento, sobre los cuales se
sustenta el nuevo paradigma de gestión pública de salud colaborativa.
Diversos artículos han descrito las bases que
el Gobierno asume para conectar ciencia e innovación,5,8,12 pero
algunas de las fuentes conceptuales nacionales e internacionales clave para
desarrollarlo son identificadas básicamente por Díaz-Canel et al., (2020),13
entre otras, el trabajo conjunto de Chaminade, Lundvall y Haneef sobre los
sistemas de innovación, las posiciones de Thomas, H., Becerra, L., y Trentini respecto a la nueva visión de actividades de
investigación y creación de productos frente al Modelo Lineal de Innovación,
Arocena y Sutz acerca del sector académico en el
sistema de innovación, así como Mirabal Sarria y Torres Páez en cuanto a la
gestión pública de la calidad de vida.
Estas fuentes ayudan a entender el proceso de
síntesis que da lugar a los conceptos centrales en la gestión pública, en tanto
que, de seguirse a Díaz-Canel et al., (2020)13 orientan los tres
pilares de antemano definidos para la gestión gubernamental: informatización de
los procesos, la comunicación social y ciencia e innovación. En su forma
específica, es un esquema de teoría y práctica de gobierno que permite, a
partir de la información brindada, realizar la identificación de tres niveles
de implementación del conocimiento:
En el nivel meso existe una integración entre
la informática y la información que constituye cierta infraestructura para el
uso del conocimiento. Esto, enlazado con las particularidades de determinados
protocolos epidemiológicos y los esfuerzos de colaboración en redes, señalados
por Martínez et al., (2020),5 cuya dimensión alcanza la I+D+i,
sugiere ahora la propuesta de identificar como una economía del conocimiento
bioinformático al aumento de la calidad del manejo de los recursos almacenados
por BioCubaFarma.
Díaz-Canel et al., (2020)13
enfatizan la idea de fortalecer la participación ciudadana, así como combatir
problemas de salud, por medio de conocimientos y tecnologías que enriquezcan la
práctica social. Puede interpretarse en el sentido de los niveles macro y
micro, es decir, el Gobierno facilitando la comunicación social, la difusión y
el procesamiento de la información para lograr que la población y el sistema de
salud pública sean capaces de usar el conocimiento de forma creativa.
Vega et al. (2020)14, especialistas
en tecnologías de la información de BioCubaFarma,
indican el diseño del Plan de Comunicación del Sistema de Inteligencia Colaborativa
y los elementos cardinales para lograr la meta, entre estos, los canales y
medios de comunicación internos: Intranet, sitio web, portal del sistema de
inteligencia colaborativa, boletines, correo electrónico, mensajería
instantánea.
De dicho plan se desprende, además, el Consejo
de Dirección de I+D+i de BioCubaFarma,14 significa que es clave la
integración de este elemento determinante de la construcción del conocimiento
biotecnológico a las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC). El
manejo de ambos permite afirmar la consumación del tránsito de una economía de
la información a otra basada en el conocimiento.
Las TIC visualiza de qué forma la gestión de la
información está produciendo impactos en los resultados biotecnológicos a nivel
nacional e internacional. Es por ello que BioCubaFarma
plantea la táctica estratégica de promocionar materiales testimoniales del
impacto de los resultados del Sistema de Inteligencia Colaborativa en el
público objetivo y difundirlo en la web social y en el portal web.14
Al mismo tiempo, la gestión pública se ve
involucrada en la necesidad siempre creciente de adaptarse conforme con aquel
sistema, porque el apoyo de las TIC posibilita que tanto la población objetiva
constituida por el sector empresarial, como los ciudadanos, demanden requisitos
de calidad y seguridad de los productos biotecnológicos suministrados a los
servicios públicos de salud.
El objetivo es perfeccionar la capacidad
organizacional tanto del gobierno, como de la gobernanza y la administración
pública, para garantizar la calidad de información. Según Quiroga (2009),15
los indicadores a menudo se presentan en forma contextualizada y se publican en
sitios web para facilitar el acceso no experto a su contenido. De ahí, el
control ciudadano por medio de las TIC empleadas en BioCubaFarma
a los parámetros de seguridad colectiva y al mismo proceso de
servicios-distribución de bienes biotecnológicos heterogéneos de dominio
público.
La evaluación de la eficacia del modelo de
servicios públicos de salud es un instrumento de la administración pública, que
también depende del establecimiento explícito de indicadores consolidados con
la información necesaria brindada por el Sistema de Inteligencia Colaborativa
de BioCubaFarma, los cuales estimulan al propio
Gobierno nacional para tomar decisiones de presupuesto, conjugadas ahora con
superiores servicios-distribución de bienes biotecnológicos.
El resultado de la integración de esos aspectos
es el valor agregado de altos estándares de calidad distribuido en los
servicios públicos de salud. BioCubaFarma produce 525
medicamentos de los 849 que conforman el cuadro básico de medicamentos del
Ministerio de Salud Pública,16 asunto que revela las estrategias de
innovación y comercialización ante la demanda de los ciudadanos.
Según Vega et al. (2020)14, las
oportunidades imprescindibles para el proceso de vigilancia e inteligencia en
las empresas provienen del entorno colaborativo que se nutre de la voluntad
gubernamental, sectorial y organizacional. Es aquí donde el Gobierno y la
administración pública reconocen la actividad de información y comunicación
como elemento clave en una modernización de la gestión pública, para hacer
visible la eficiencia de las organizaciones, que conlleva a la idea de difundir
el conocimiento cuyo objetivo es su apropiación social, vía de conversión de
los productos biotecnológicos en un bien público.
De acuerdo a Peluffo
y Catalán (2002)17 cuando la gestión del
conocimiento se implementa formalmente, el contacto entre el Estado y el
ciudadano crece, en consecuencia, aumenta la calidad de los servicios públicos.
Precisamente, la congruencia entre el Sistema de Inteligencia Colaborativa de BioCubaFarma y el fortalecimiento institucional para la
gestión pública del acceso de los ciudadanos a la información sobre los
productos biotecnológicos, ha sido una oportunidad real de control y
apropiación social de este bien público distribuido en los servicios de salud.
En este sentido, ha comenzado a desarrollarse un
nuevo modelo de gobernanza y gestión pública basado en la interacción entre la
economía del conocimiento bioinformático de BioCubaFarma
y la innovación social.
Para Gotzon (2016),18
la innovación social no está limitada al artefacto tecnológico. El caso cubano
consiste en el control social de las formas de administrar el conocimiento
biotecnológico y los servicios públicos de salud desde las TIC, justamente,
entendidas como construcción de nuevos espacios de participación ciudadana.
Siguiendo a Gotzon (2016),18
estas dimensiones por ser intangibles, escapan a la simple vista de las
organizaciones, los gobiernos y, principalmente, afecta la toma de decisiones
en las administraciones públicas no capacitadas para su comprensión. Pero en el
caso cubano, las particularidades del acceso de los ciudadanos a la
información, con la posibilidad de ser canalizada, incluso, mediante el mismo
Sistema de Inteligencia Colaborativa de BioCubaFarma,
y el control social sobre los resultados del conocimiento bioinformático
constituyen una innovación social que hasta el momento ha sido visible.
El reto de este modelo consiste en que la
gobernanza y la gestión pública integren la perspectiva del binomio cambio
tecnológico-movimiento de la innovación social, a los indicadores de
tecnologías de información y comunicaciones.
Este grupo empresarial incorpora las TIC a la
actividad de I+D+i. De hecho, cuenta con una Empresa de Tecnologías de la
Información que decidió optar por TrueConf,
plataforma que cumple con las exigencias de la industria biotecnológica y
farmacéutica cubana.14
De ahí, el énfasis en el reconocimiento de la
necesidad de reducir los costos por concepto de transportación y conectar a
todos los empleados en aras de aumentar la eficiencia, la productividad y la
competitividad de la industria.14
Con esos enfoques es posible entender la
relación entre las TIC y la I+D+i como un sistema dinámico compuesto por
colaboradores, proveedores, clientes externos, organizaciones de ciencia,
tecnología e innovación y universidades, que reduce el costo de los procesos de
producción y comercialización mediante la gestión más rápida de la información
biotecnológica y su conversión en nuevo conocimiento.
Paso
3. Interpretar el concepto de salud colaborativa como resultado de una nueva
gestión de gobierno
Lo anterior constituye la señal de un gobierno
de alta tecnología que incorpora, definitivamente, la gobernanza que viene
caracterizándose aquí: la innovación social por vía de la participación
ciudadana en la gestión pública de los servicios de salud. El resultado
conjunto de semejante proceso podría recibir el nombre de gestión pública de la
salud colaborativa basada en el conocimiento bioinformático, biotecnológico y
la innovación social.
El concepto de salud colaborativa comprende la
salud social en una cualidad superior, al considerar las posiciones, por
ejemplo, de Duarte (2009)19 cuando apunta que el interés público
orienta la salud pública, así como lo sanitario se construye desde lo social;
ahora, la forma característica que distingue el nuevo concepto es la identidad o
su correspondencia con el desarrollo de relaciones entre las redes dentro del
sistema de salud pública que de forma estratégica conectan entre sí,
exactamente, “lo social”, es decir, lo político, institucional, económico,
científico y tecnológico.
Bitar (2015)20 ya advertía sobre la necesidad del diseño de
políticas de gobierno basado en la integración entre estudios de prospectiva y
estrategias. De conformidad con el caso cubano, esto se traduce en aportes prácticos de la gestión pública de la
salud colaborativa al adoptarse cierta planeación prospectiva estratégica
centrada en el conocimiento y la innovación social para procurar los mejores, rápidos e
inteligentes instrumentos colaborativos de control de las enfermedades.
Estos son principios operativos que
están detectados hoy en dicha gestión
pública de la salud colaborativa, gracias a la visión cubana a largo plazo de
desarrollo de la economía del conocimiento trazada desde las décadas de los
ochenta y noventa del siglo pasado.
Lo llamativo es que la forma de propiedad
estatal sobre la industria sustenta la economía del conocimiento y, en
consecuencia, organiza la apropiación social del conocimiento biotecnológico,
vía, como se dijo, de conversión de los productos biotecnológicos en un bien
público. Por lo tanto, aquí reside el matiz diferenciador de Cuba respecto a
otras bases conceptuales y estructurales foráneas.21-25
Ostrom y Ahn (2003)26
argumentan que durante la década de los ochenta y a principios de los años
noventa nace la industria de la biotecnología en Estados Unidos. Ello permite
tener una idea del nivel de actualización del gobierno cubano en diferentes
áreas de la biología y la química para impulsar la investigación y el
desarrollo a tono con el auge mundial de esa industria, por ejemplo, el 1º de
julio de 1986 se inauguró el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
(CIGB),27 la mayor inversión en ciencia y tecnología nunca antes
realizada en Cuba.
La visión del gobierno cubano se fundamentó en
una identificación previa de la información, cuya perspectiva fue formar el
capital intelectual capaz de desarrollar el conocimiento biotecnológico como
recurso estratégico de la salud pública y la economía. La consecuencia práctica
es que la colaboración vinculada con la producción biotecnológica se erige en
principio preferente para el diseño de un modelo de gestión pública de los
servicios de salud.
Paso
4. Determinar la totalidad centrada
De acuerdo a la Figura 2, la salud colaborativa es un sistema centrado
en el conocimiento, cuya unidad de totalización está definida en función de la
relación que todos los sujetos guardan a un punto llamado Investigación y
Desarrollo (I+D. Desde luego, BioCubaFarma como
totalización centrada representa una multiplicidad de procesos tecnológicos que
convergen en la propiedad estatal, con el objetivo último de garantizar la
salud pública de calidad.
Figura 2. Totalidad
centrada de la salud colaborativa
Fuente: elaboración propia
No cabe, por tanto, reducir esta imagen de la
salud colaborativa a la condición de una ficción inspirada en la propiedad
privada de la industria biotecnológica y farmacéutica, por la sencilla razón de
que la propia gestión pública es, a su vez, una totalización centrada en la
apropiación socialista de los resultados del conocimiento. El principio de
colaboración proporciona una capacidad heurística para solucionar problemas
interpretativos en torno a la innovación, por ende, ofrece a la gestión pública
de los servicios de salud un marco para comparar experiencias en la definición
de buenas prácticas y coordinación de estrategias.
El resultado de máxima significación ha sido
las buenas prácticas de la gestión pública basada en la biotecnología que
abarca, como se observó, la apropiación social del conocimiento, el control y
la comunicación. Se trata de que los resultados en el campo de las ciencias
básicas, la biotecnología, la ingeniería molecular, la biomedicina, la
epidemiología y otras ciencias afines al servicio de la salud expresan, a la
vez, la forma de propiedad estatal y el movimiento de la apropiación
socialista.
Asimismo, emerge una gestión de los servicios
públicos de salud que aborda la innovación tecnológica para su conducción, es
decir, el Gobierno apunta a la eficiencia desde la pertinencia del
conocimiento, y cuando esto se produce es vasto el uso que de él hace en la
formulación de políticas y estrategias para la competitividad empresarial.
Lo anterior no significa que el Gobierno y la
administración pública intervengan directamente en la gestión empresarial. La
organización básica es la separación de funciones estatales y empresariales,
pero están ordenados de acuerdo con el equilibrio del derecho subjetivo público
de introducir alta tecnología exógena al interior del aparato productivo y los
servicios de salud como un derecho de la comunidad.
La sociedad del conocimiento representa un
salto cualitativo con respecto a patrones arcaicos de gestión pública. Este
proceso podría expresarse en la siguiente síntesis: medición de las políticas
públicas tecnocientíficas desde una perspectiva de I+D+i, cuyo rasgo central,
es la integración de indicadores de ciencia, tecnología e innovación a la
relación entre la industria biotecnológica y farmacéutica y los servicios de
salud para la toma eficiente de decisiones.
La industria biotecnológica y farmacéutica es
la que más contribuye con la economía basada en el conocimiento en Cuba. Según
Martínez Díaz et al., (2020)5, los aprendizajes médicos y de gestión
de la ciencia, base de la innovación, constituyen el principal aporte de esta
industria contra la pandemia de coronavirus.
Por supuesto, dichos requisitos e indicadores
exigen un funcionamiento empresarial que supera la incapacidad de prácticas
gerenciales tradicionales en Cuba, mediante la gestión eficiente de las inversiones en capacitación, instrucción e investigación y
desarrollo.
Resultados y discusión
La metodología empleada permitió acercase a la
manera en que la gestión pública se relaciona con los resultados productivos
del grupo empresarial BioCubaFarma, cuyo hallazgo
central fue un nuevo concepto de biotecnología sostenido por la colaboración
entre el Gobierno y científicos, aplicado a la salud pública.
Este concepto se reconoce como una síntesis
concreta de determinaciones relativas al equilibrio entre la forma de propiedad
estatal, la creación de valor agregado de productos con alto impacto social y
la apropiación socialista, al superar los conceptos tradicionales de
biotecnología orientados generalmente por las relaciones mercantiles de origen
capitalista, que suelen señalarse casi siempre solo en lo concierne a la
capacidad instalada para modificar el acervo genético de los organismos vivos.4,28-30
En estos términos, surge una práctica auténtica
de gestión pública de salud colaborativa que consiste en introducir los
resultados de la actividad productiva progresiva de BioCubaFarma,
para garantizar servicios de salud eficientes conforme, incluso, con la Agenda
2030,31 aunque la supera por dichas razones de autenticidad.
A partir de la Figura 1 puede arribarse a la conclusión de que, en el
sistema biotecnológico y farmacéutico, como es obvio, el conocimiento de los
expertos o científicos relativos a proyectos relacionados con I+D se incorpora
al producto y prevalece la exigencia del logro de objetivos definidos con
perspectiva de una cadena de valor. Estas cadenas de valor biofarmacéutica
también requieren de un enfoque estratégico.32
La salud colaborativa cubana supera al mismo enfoque
de investigación biomédica del tipo colaborativo defendido, entre otros, por Fiorentino (2019),33 porque no solo busca
beneficiar la salud pública y la industria, sino también favorecer el carácter
socialmente distribuido de la producción del conocimiento y la correspondiente
apropiación socialista de sus resultados.
Sería interesante una explicación más detallada
sobre indicadores que incorporen aspectos cualitativos referidos al
conocimiento personal, organizacional e innovador dentro de las redes de
colaboración multisectorial, incluidas las redes estratégicas establecidas en
el sistema de salud pública con entidades de I+D+i, cuyo objetivo final
consistiría en monitorear y evaluar la participación ciudadana en el control de
la distribución social de la producción del conocimiento. Así, el mapa
estratégico del modelo de la gestión del gobierno orientado a la innovación34
aplicada a la COVID-19 en Cuba destaca como variable clave la colaboración.35
Los ciudadanos, mediante las TIC, manejarían
información acerca de la contribución de las prácticas de gestión
bioinformática al desarrollo organizacional y a las capacidades del capital
intelectual para crear valor añadido de productos biotecnológicos con alto
impacto en los servicios públicos de salud.
Por otra parte, la medición de la participación
ciudadana a cargo del Gobierno y la administración pública, consistiría en
evaluar periódicamente el valor del control social de las prácticas de gestión
bioinformática.
BioCubaFarma ha establecido desde su conocimiento
bioinformático, por el momento, una retroalimentación necesaria mediante las
propias TIC, que se va produciendo con entrega de datos relevantes a los
ciudadanos y tomadores de decisiones. Ahora, el reto reside, se reitera, en
seguir desarrollando procesos públicos de medición del control social, el cual
sirve para dar respuestas inteligentes.
Efectivamente, el principio de la participación
ciudadana en el control mediante las TIC, de la gestión bioinformática y a la
distribución del respectivo valor añadido de productos biotecnológicos con alto
impacto en los servicios públicos de salud, significa introducir orden para el
desarrollo mismo del Gobierno Electrónico.
Ello implica, a la vez, mediciones de los
impactos del proceso de control social, como se observó, es aún el reto mayor
dentro de una dinámica pública de los servicios de salud. Ha comenzado a
desarrollarse, además, una gestión de gobierno basada en la comunicación de la
ciencia, que podría denominarse comunicación pública al integrar Gobierno,
gobernanza y administración pública.
El tránsito desde una mera perspectiva de
divulgación a la comunicación pública de la ciencia es gracias, básicamente, al
desarrollo de la economía del conocimiento. Supone una percepción de BioCubaFarma de facilitar el acceso de los ciudadanos a la
información y la documentación de su área, especialmente a través de la web,
mientras el Gobierno favorece las referidas redes estratégicas para la
apropiación social del conocimiento biotecnológico.
Para Miller et al. (1998),36 la
comprensión que los ciudadanos tienen acerca de la investigación científica es
susceptible de ser medida de forma paralela a la medición de la comprensión de
conceptos científicos.
Con ello, se pone de manifiesto un rasgo básico
de la comunicación pública aludida: en la comprensión de la ciencia hay siempre
cierta comunidad entre expertos y ciudadanos como naturaleza concreta de la
I+D+i, esto es, la misma construcción social de la ciencia y la tecnología.
Por otra parte, no procede de acuerdo con la
gestión de gobierno basada en la comunicación estratégica de la biotecnología
quien, en el momento de tratar de los problemas relativos a los conceptos,
quiere mantenerse en el terreno estricto de reglas formales y las experiencias
de laboratorio, como si aquellos fueran entidades que se desentienden de las
conexiones sociales. En todo caso, sería interesante investigar los avances de
la apropiación social del conocimiento biotecnológico en ese proceso de
comunicación estratégica y, disponer para ello, de un sistema de indicadores
que contribuya a medir el aumento de la cultura científica adquirida por los
ciudadanos.
Conclusiones
En síntesis, si la biotecnología y la
ingeniería genética desarrollan bioproductos e
innovaciones, no menos influencia tiene en la capacidad organizacional de la
gestión pública para la planeación estratégica del uso sostenible de los
recursos genéticos, dentro de un sistema de salud colaborativa.
En el artículo, la salud colaborativa solo es
descrita a partir, precisamente, de una propiedad emergente denominada
“colaboración”, de caracteres distintos de los atribuidos a la salud colectiva
o social, pero que, al unísono, se repiten determinadas particularidades de
esta última con niveles superiores de desarrollo.
Se trata de una gestión pública apoyada en la
biotecnología y la bioinformática, aún joven, pero con pasos estratégicos en la
integración de redes de colaboración y canales de comunicación entre actores
que fortalecen la participación ciudadana, para la toma de decisiones
inteligentes con el respaldo del conocimiento experto.
Referencias bibliográficas
1.
Goldstein D. J. Biotecnología, universidad y política
(Internet). México D.F.: Siglo XXI Editores; 1982 [consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://sigloxxieditores.com.mx/tienda/ols/products/biotecnologia-universidad-y-politica
2.
Organización
de Naciones Unidas. Convenio sobre la Diversidad Biológica. En: Carolina M,
compiladora. Manual de Tratados Internacionales en Medio Ambiente y Desarrollo
Sostenible (Internet). Bogotá D.C: Ministerio del Medio Ambiente; 2002. p.
44-63. [Consultado 11 de mayo de 2022] Disponible
en: https://www.academia.edu/8531751/Manual_de_Tratados_Internacionales_en_Medio_Ambiente_y_Desarrollo_Sostenible
3.
Grediaga R,
Maldonado E. Relación científica México-Francia. Influencia de los principales
polos internacionales de referencia en el desarrollo y evolución de la
Biotecnología en México. En: Kleiche-Dray M,
Villavicencio D, coordinadores. Cooperación, colaboración científica y
movilidad internacional en América Latina (Internet). Buenos Aires: CLACSO;
2014. p. 177-212. [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/posgrados/20141028014136/cooperacion.pdf
4.
Rodríguez
A, Aramendis R, Deana A,
García R, Pittaluga L. El aporte de la biotecnología
médica frente a la pandemia de COVID-19 y lecciones para su desarrollo mediante
las estrategias nacionales de bioeconomía: estudios de caso de Colombia, Costa
Rica y el Uruguay (Internet). Santiago: Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL); 2020 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46533/1/S2000656_es.pdf
5.
Martínez
Díaz E, Pérez Rodríguez R, Herrera Martínez L, Lage Dávila A, Castellanos Serra
L. La industria biofarmacéutica cubana en el combate contra la pandemia de
COVID-19. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba (Internet), 2020; 10(2), [consultado
10 de mayo 2022] Disponible en: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/906
6.
Sáinz
Moreno F. Reducción de la discrecionalidad. El interés público como concepto
jurídico. Revista Española de Derecho Administrativo (Internet), 1976; 8: 63, [consultado
10 de mayo 2022] Disponible
en: https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/81652
7.
OPS y OMS.
Experiencia cubana en la producción local de medicamentos, transferencia de
tecnologías y mejoramiento en el acceso a la salud (Internet). La Habana:
Editorial Ciencias Médicas; 2019 [consultado 10 de mayo 2022] Disponible
en: http://www.ecimed.sld.cu.
8.
Díaz-Canel
Bermúdez M, Núñez Jover J. Gestión gubernamental y ciencia cubana en el
enfrentamiento a la COVID-19. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba
(Internet). 2020; 10(2): e881, [consultado 11 de mayo de 2022] Disponible
en: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/881
9.
BID y
CLAD. Modelo Abierto de Gestión para Resultados en el Sector Público
(internet). Revista del CLAD Reforma y Democracia (Internet). 2007; 39:
149-210, [consultado 11 de mayo de 2022] Disponible
en: https://www.redalyc.org/pdf/3575/357533693007.pdf
10. Directorio Comercial de la República de Cuba
2017-2019 (Internet). La Habana: Centro para la Promoción del Comercio Exterior
y la Inversión Extranjera (ProCuba); 2017 [consultado
10 de mayo de 2022] Disponible
en: https://media.firabcn.es/content/F725019/documents/directorio_comercial_cuba_2017-2019.compressed.pdf
11. OPS y OMS. Estrategia de Cooperación OPS/OMS
2018-2022 (Internet), 2018,
[consultado
10 de mayo de 2022] Disponible
en: https://www.paho.org/es/documentos/estrategia-cooperacion-opsoms-con-cuba-para-periodo-2018-2022
12. Núñez Jover J. Pensar la ciencia en tiempos de
la COVID-19. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba (Internet). 2020; 10(2):
e979. [Consultado 11 de mayo de 2022] Disponible
en: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/797
13. Díaz-Canel Bermúdez MM, Núñez Jover J, Torres Paez CC. Ciencia e innovación como ilar
de la gestión de gobierno: un camino hacia los sistemas alimentarios locales.
COODES (Internet). 2020; 8(3): 367-387
[consultado 10 de mayo 2022] Disponible
en: http://scielo.sld.cu/pdf/cod/v8n3/en_2310-340X-cod-8-03-367.pdf
14. Vega-Almeida RL, Iglesias-Alfonso C, Morua-Delgado MH, Cossío-Cárdenas G. Plan de comunicación
del Sistema de Inteligencia Colaborativa para el Grupo Empresarial BioCubaFarma. Revista Cubana de Información en Ciencias de
la Salud (Internet). 2020; 31(2): e1510 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: http://scielo.sld.cu/pdf/ics/v31n2/2307-2113-ics-31-02-e1510.pdf
15. Quiroga, R. Guía metodológica para desarrollar
indicadores ambientales y de desarrollo sostenible en países de América Latina
y el Caribe (Internet). Santiago de Chile: CEPAL; 2009 [actualizado
29 de abril de 2010;
consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: https://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/2914713
16. Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba: BioCubaFarma (Internet). [Consultado 10 de mayo 2022] Disponible en: http://www.biocubafarma.cu
17. Peluffo MB, Catalán E. Introducción a la gestión del
conocimiento y su aplicación al sector público (Internet). Santiago de Chile:
CEPAL, 2002 [actualizado diciembre de 2002; consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/5586/1/S2002617_es.pdf
18. Bernaola G. Panorama actual de la Innovación
Social en Latinoamérica. En: Domanski D, Monge N, Quitiaquez G, Rocha D, editores. Innovación Social en
Latinoamérica (Internet). Bogotá: Corporación Universitaria Minuto de Dios.
Parque Científico de Innovación Social; 2016 [consultado 10 de mayo 2022] Disponible
en: h https://repository.uniminuto.edu/handle/10656/9908
19. Duarte E. Tendencias y perspectivas de las investigaciones en Ciencias Sociales en salud en América Latina: una visión general. En: Rojas Ochoa F, Márquez M, compiladores. ALAMES en la memoria: Selección de lecturas. Ciudad de la Habana: Editora Caminos; 2009.
20. Bitar S. América Latina debe Pensar en el
Futuro. En Baena G, coordinadora.
Planeación Prospectiva Estratégica (Internet). México D. F.: Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; 2015 [consultado 10 de mayo 2022] Disponible
en: https://www2.politicas.unam.mx/publicaciones/wp-content/uploads/2015/08/Libro-PPE_interactivo1.pdf
21. Albornoz M, Kreimer P, compiladores. Ciencia y Tecnología: Estrategias y políticas de largo plazo (Internet). Buenos Aires: Eudeba; 1990.
22. Drucker P. La Administración en una época de
grandes cambios (Internet). Buenos Aires: Editorial Sudamericana; 1996 [Consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://kupdf.net/download/peter-drucker-la-administracion-en-una-epoca-de-grandes-cambios_606f60c8e2b6f53535f67d7e_pdf
23. Stiglitz J. Towards a New Paradigm for Development: Strategies, Policies, and Process (Internet). United Nations Conference on Trade and Development, 9th Prebisch Lecture, October 19 of 1998: 14-48 [Consultado 11 de mayo 2022] Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/1491127
24. Chaparro F. Conocimiento, aprendizaje y capital
social como motor del desarrollo. Revista de Ciencia da Informacao
(Internet). 2001; 30 (1): 19-31[Consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: https://www.scielo.br/j/ci/a/KWKzyWxndF6XbmdXjDfFXcL/?format=pdf&lang=es
25. Montuschi L. La economía basada en el Conocimiento:
Importancia del Conocimiento tácito y del Conocimiento Codificado
(Internet). Buenos Aires: Universidad
CEMA; 2000 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: https://ucema.edu.ar/publicaciones/download/documentos/204.pdf
26. Ostrom E, AHN TK. Una perspectiva del capital
social desde las ciencias sociales: capital social y acción colectiva. Revista Mexicana de Sociología
(Internet). 2003; 1:
155-233 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: http://www.scielo.org.mx/pdf/rms/v65n1/v65n1a5.pdf
27. Limonta M. Historia exitosa de una visión de futuro:
la biotecnología médica en Cuba (Internet). Mexico:
Universidad Nacional Autónoma de México; 2007 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible
en: http://investigacion.politicas.unam.mx/semprospectiva/docs/r_estudiosfuturo2/revista/numero%206/estpros/escenarios/manuel.htm
28. Organization for Economic Co-Operation and Development (OECD). A
framework for biotechnology statistics (Internet). OECD Publishing; 2015 [consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://www.oecd.org/sti/inno/34935605.pdf
29. Chui M, Evers M, Manyika J, Zheng A, Travers N. The Biorevolution. Innovations transforming economics, societies and our lives (Internet). Mc Kinsey Global Institute; 2020 [consultado 11 de mayo 2022] Disponible en: https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/industries/pharmaceuticals%20and%20medical%20products/our%20insights/the%20bio%20revolution%20innovations%20transforming%20economies%20societies%20and%20our%20lives/may_2020_mgi_bio_revolution_report.pdf
30. Campins Eritja M. La
regulación de la biotecnología moderna en la Unión Europea. Revista Aragonesa
de Administración Pública (Internet). 2019; 53: 273-305 [consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/7041307.pdf
31. Grupo Nacional para la Implementación de la
Agenda 2030. I Informe Nacional Voluntario Cuba 2021 (Internet). La Habana:
Empresa de Artes Gráficas Federico Engels; 2021 [consultado 10 de mayo 2022] Disponible
en: https://sustainabledevelopment.un.org/content/documents/280872021_VNR_Report_Cuba.pdf
32. Oña N, Díaz G, Padrón AS, Madrazo X.
Metodología para evaluar cadenas de valor, caso de estudio antibióticos
betalactámicos. Revista Cubana de Administración Pública y Empresarial,
2021:5(2), e168. [consultado 10 de mayo 2022] Disponible en: https://doi.org/10.5281/zenodo.5512617
33. Fiorentino S. Generación de alternativas terapéuticas en
cáncer a partir de plantas a través de procesos de investigación y desarrollo
traslacional, articulados en sistemas de valor sostenibles ambiental y
económicamente (Internet). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana; 2019 [consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://www.javeriana.edu.co/colombia-cientifica/wp-content/uploads/2021/06/TdR_Licitacion_104-2021.pdf
34. Díaz-Canel M, Delgado M. Modelo de gestión del
gobierno orientado a la innovación. Revista Cubana de Administración Pública y
Empresarial. 2020; 4(3), 300–321. [consultado 10 de mayo 2022] Disponible en: https://apye.esceg.cu/index.php/apye/article/view/141
35. Díaz-Canel M, Delgado M. Mapa estratégico del
Cuadro de Mando Integral del Modelo de gestión del gobierno orientado a la
innovación para la COVID-19. Revista Cubana de Administración Pública y
Empresarial. 2021; 5(2), e164. [consultado 10 de mayo 2022] Disponible en: https://doi.org/10.5281/zenodo.5453120
36. Miller JD, Pardo R, Niwa
F. Percepciones del público ante la ciencia y la tecnología (Internet). Madrid:
Edita Fundación BBV. Documenta; 1998 [consultado
11 de mayo 2022] Disponible
en: https://www.fbbva.es/wp-content/uploads/1998/01/DE_1998_Percepciones_ante_la_ciencia_Miller_Pardo_Niwa.pdf
Conflicto de intereses
Los autores declaran no
presentar conflictos de intereses
Contribución de los autores
·
Leodanis Torres Barrero: Conceptualización, análisis
formal, investigación, metodología, administración de proyecto, recursos,
supervisión, validación, escritura-borrador original, redacción: revisión y
edición
·
Yoiner Díaz Rodríguez: Conceptualización, análisis
formal, investigación, metodología, administración de proyecto, recursos,
visualización, escritura-borrador original, redacción: revisión y edición
·
Maricarmen Tornés Bernal: Conceptualización, análisis formal, investigación,
metodología, administración de proyecto, recursos, visualización,
escritura-borrador original, redacción: revisión y edición
·
Maylien Salas González: Conceptualización, análisis
formal, investigación, metodología, administración de proyecto, recursos,
escritura-borrador original, redacción: revisión y edición